Todos los días la cajera se sienta en su caja registradora en el supermercado y atiende con amabilidad a los clientes. Gracias a ella, todo el mundo puede comprar alimentos frescos, enlatados o productos de higiene todos los días. La mejor manera de pagar es con tarjeta, que es más segura y rápida, por lo que no hay largas colas en la caja. Muchos trabajadores del sector del comercio, atención médica y servicios de emergencia se aseguran de que nuestras vidas funcionen sin problemas todos los días. Todos/as ellos/as son los héroes y las heroínas de nuestra vida diaria y merecen nuestro reconocimiento y respeto.