Un proverbio dice que los sueños de la primavera se convierten en mermelada en otoño. Por eso el amable jardinero se ocupa de la siembra de flores en primavera. Después de unos pocos días, los primeros brotes brotan y pronto, gracias a sus cuidados, se puede admirar un maravilloso esplendor floral. Las abejas están felices y se ponen a trabajar. Por supuesto, las flores también se pueden comprar.