Según la leyenda, Hércules recibió doce tareas del rey Euristeo. Estas incluían la matanza de la Hidra de nueve cabezas y la expulsión de las aves del Estínfalo. Para expulsar a las aves, la diosa Atenea le dio dos cascabeles de metal, con los que asustaba a los animales y luego los disparaba con sus flechas. Hércules incluso tuvo que matar a un león de verdad como una de sus tareas, cuyo pelaje usó después como capa. Lo hizo casi invencible. Hércules estuvo a la caza de la cierva Kerynite durante un año entero antes de que pudiera cazarla. La cierva tenía cuernos dorados y era tan rápida que incluso podía esquivar las flechas. Como era sagrada, a Hércules no se le permitía matarla, pero tenía que atraparla viva. El Jabalí de Erimanto devastó el área alrededor del Monte Erimanto, así que Hércules fue enviado para detener su furia. Hércules condujo al jabalí a un campo de nieve donde rápidamente se cansó, lo atrapó y lo llevó a Micenas. Como séptima tarea el héroe domesticó al toro de Creta, lo llevó a Euristeo y luego lo liberó. El juego representa siete de las doce obras de Hércules y contiene la mítica figura de Hércules, un león, una serpiente de tres cabezas, un toro, un jabalí, una cierva con astas doradas y una manzana dorada.